El actual director deportivo admitió en marzo que no sabía “si estaba preparado para ser el sucesor” del hombre de Cádiz, pero con sus acciones es responsable de probarlo.
Diego Alonso todavía no conoce la victoria en una competencia distinta a la Copa del Rey, especialmente porque en el torneo de la copa todavía no ha enfrentado a un rival profesional, pero eso puede terminar ocurriendo el próximo martes. Precisamente el mismo martes donde el Sevilla Fútbol Club juega su estancia en la competición europea esta temporada visitando a Lens, un partido en el que, no se equivoque, Diego Alonso estará sentado en el banco visitante. Aunque las cifras insisten en probar lo contrario.
Diez partidos contra equipos profesionales, siete en LaLiga y tres en la Liga de Campeones: cinco empates y cinco derrotas. Cinco puntos de un posible 21 en el campeonato nacional y la eliminación en la Liga de Campeones. Las dos victorias que Sevilla tiene en LaLiga todavía pertenecen a Mendilibar, ese entrenador que fue rápidamente expulsado el día 9 de la Liga y que meses antes les había dado el séptimo título de Europa League.
Debido a que los números no respaldan a Diego Alonso, sólo una junta que no vio adecuada para ignorar la opinión de Víctor Orta de firmar a Sergio Ramos, pero que ahora continúa quedando en silencio y mirando al otro lado después de que el director de más que fracasó apuestas deportivas de Diego Alonso. “No sé si estoy preparado para ser el sucesor de Monchi”, dijo Orta el pasado mes de marzo, pocos meses antes de que eso acabara ocurriendo, pero demostrando al menos por ahora que está muy lejos de la de San Fernando o al menos, que no recuerda lo que aprendió a su lado cuando era secretario técnico, porque una de las frases que Monchi ha repetido más en sus últimos años es que “el mayor error es persistir en cometer un error”, y Orta continúa haciendo un nuevo error cada vez. El día que Diego Alonso sigue siendo entrenador de Sevilla.