El Villarreal CF estaba buscando su cuarta victoria consecutiva desde el regreso de Marcelino al banco y, si no hubiera sido por el aviso de la sala VOR de Prieto Iglesias a Díaz de Mera Escuderos, lo habrían conseguido. Pero la fricción entre Ben Brereton Díaz y Kike Salas fue suficiente para que el 1-2 no subiera a la tabla de puntuación. El entrenador de Asturias permanece, al menos, invencible en esta segunda etapa al frente del equipo Castellón y Diego Alonso se salva de lo que habría sido la tercera derrota consecutiva y cuarta en cinco partidos. Una correa que, sin embargo, lejos de satisfacer a ambos, dejó a todos en el Ramón Sánchez-Pizjuán insatisfechos, ya que los anfitriones no pudieron escapar del preludio a la relegación o cazar a un rival directo debido a la tranquilidad, situación debido a que pocos habrían apostado en el verano. Las reacciones, con la atmósfera tan caliente, fueron inmediatas.