Sus descubridores y entrenadores en Zaragoza, el club donde se desarrolló antes de partir para el Manchester United, aseguran en ESTADIO Deportivo que hará una diferencia en Nervión debido a su velocidad y desequilibrio: “Es una bala y un tipo de futbolista que el equipo carece. Sevilla”
Fue en una final en la categoría más joven en Zaragoza. Hubo un chico en el club Amistad que “se destacó por encima del resto”, “muy rápido y muy desequilibrado” y que asombró a los escuderos de Zaragoza que asistieron a ese partido que, aunque muy pequeño, cambió la vida de Mateo Mejía, incorporado por Sevilla en este mercado de invierno en ausencia de estatus oficial después de dejar el Manchester United.
Uno de los que se sorprendió por ese chico se llama Míchel Catalán, su primer entrenador en el Real Zaragoza, en la categoría junior, y que amablemente ayudó a ESTADIO Deportivo, al igual que Raúl Martínez, que lo entrenó en el club con experiencia en niños y cadetes. Ambos lo conocen perfectamente, porque, además, siguen manteniendo una muy buena relación con él, y realizan una radiografía detallada para la ED de un futbolista que están convencidos de que hará una contribución increíble como nativo de Nervion si le otorgan continuidad.
“Estaba en ese partido con Santi Aragón y nos sorprendió desde el primer momento, especialmente por su velocidad y su habilidad para desequilibrar. Lo firmamos y siempre fue a un ritmo diferente gracias a su velocidad. Mateo es una bala y con espacios es simplemente mortal “, explicó Catalán, quien añadió que también se destaca “por un gran y hermoso paso” y “un poderoso comienzo que le hace muy difícil alcanzar en la carrera”: “Podría haberse dedicado perfectamente al atletismo”.
Condiciones que también destaca Raúl Martínez, que tenía el extremo bajo su mando cuando ya había desarrollado sus principales cualidades y que también subraya su predisposición a seguir creciendo. “Físicamente es un animal. Cuando lo tuve era a velocidades típicas de un Campeonato Español de Atletismo. Es muy rápido, rompe las defensas y tiene gran hambre de lograr cosas, lo cual es esencial para cualquier joven jugador de fútbol prometedor”, explica el actual miembro del equipo de entrenamiento del equipo femenino español de menos de 23 años, que es respaldado en esta evaluación por Míchel Catalán sobre el ala de 20 años.