José Luis Mendilibar ya lo dijo, algunos jugadores pueden jugar en la final de la Supercopa de Europa y el 31 de agosto pueden no estar todavía en el equipo. Sevilla no sólo tiene en el showcase a los que quiere vender y que, en la mayoría de los casos, tiene dificultades para deshacerse, sino también a todo el equipo, siempre y cuando lleguen al precio que valen.
En este momento, las pocas salidas que han ocurrido son las de jugadores que, previsiblemente, no estarían allí la próxima temporada. Y esto sucederá con los Idrissi, Augustinsson, Januzaj… y los demás con los que se está negociando su salida.
Pero ninguno de ellos estaba entre los que podían conseguir dinero para emprender refuerzos. De hecho, a menos que el mercado árabe se enamore de otra persona, como ocurrió con los juicios de Fernando o Rakitic, la única esperanza era poder ganar dinero con los dos internacionales marroquíes, Bono y En-Nesyri, o con un Montiel que había proclamado que quería irse.
Sin embargo, Sevilla tiene muchos más jugadores de primer nivel, no en vano, es el actual campeón de la Europa League y estará en la Liga de Campeones esta temporada. Y todos ellos tienen un buen nivel para jugar en la mayoría de los clubes líderes de Europa.
Uno de ellos es Marcos Acuña, cuya actuación siempre ha sido muy regular, incluso con el malestar que tuvo la temporada pasada. El internacional argentino tuvo candidatos en Italia al comienzo del mercado, cuyos intentos no dieron fruto, pero ahora es la Premier League la que viene para él. Lo hace, según el periodista especializado en transferencias Matteo Moretto, un viejo conocido: Monchi. El mismo que lo firmó hace tres años con el Sporting de Portugal.